Al final se fue, me fui, nos fuimos. No pierde interés la historia por saber que tiene final. Ella buscaba incesablemente mis ideas con las suyas, crear juntos una especie de complicidad: su estabilidad y su calma, por mi prisa y mi ambición. Ahora mismo pienso: ¿De qué sirve querer cosas si no son para compartirlas? Tarde que temprano y por falta de riego, nuestra historia se marchitaría, acabaría por quebrarse como vidrio sobre el piso, porque toda historia feliz no tiene final y la nuestra lo tuvo.
Al final, nos fuimos los dos
Al final, nos fuimos los dos
Al final, nos fuimos los dos
Al final se fue, me fui, nos fuimos. No pierde interés la historia por saber que tiene final. Ella buscaba incesablemente mis ideas con las suyas, crear juntos una especie de complicidad: su estabilidad y su calma, por mi prisa y mi ambición. Ahora mismo pienso: ¿De qué sirve querer cosas si no son para compartirlas? Tarde que temprano y por falta de riego, nuestra historia se marchitaría, acabaría por quebrarse como vidrio sobre el piso, porque toda historia feliz no tiene final y la nuestra lo tuvo.