Memory Boy.
El Memory Boy fue el primer pedal delay que me compré. Desde hace días no prende. Su vida se puede leer en un foco intermitente rojo que prende y apaga como si fuese su corazón que late, sabes que se mantiene vivo porque hace ese titileo, por cierto busqué la palabra titilar en el diccionario y su significado es: Agitarse con ligero temblor . 2. intr. Dicho de un cuerpo luminoso : Centellear con ligero temblor.
¿No te parece bonito? todo lo que está vivo se agita de alguna manera, todo temblor evoca la vida que irradia dentro, y cuando se apaga, como a menudo hacen las estrellas cuando se cansan; mueren. Por eso la vida es un constante agitar, un constante temblor.
Hace días que el Memory Boy no lo hace de manera regular, como si viviera espasmos o pequeños paros cardiacos. Intenté llevarlo con doctores pero el diagnóstico no fue del todo positivo, sobre todo porque no dan aún con la falla, y no hay nada peor que la incertidumbre médica, pues su cura puede encontrarse ahí quizá en cualquier estante, pero por no saber qué es y por miedo a recetar mal, no se administra mientras el paciente agoniza. Una tragedia.
Nunca he sido muy apegado a las cosas, casi a nada, pero de alguna manera lo que incluye un recuerdo importante, lo que abraza algo sentimental remueve en los artefactos inertes cierta vida, cierto temblor ligero que logra agitarme.
Era el año 2014, recién había sido invitado a formar parte de la agrupación Som-bit ensamble de afro-funk y para mi sorpresa a los pocos meses de ser parte, nos llegó la invitación de una gira artística por Canadá, mi primera gira fuera del país. La verdad fue increíble, llegar con tu música a otro lado, con tus medios y presentarte al lado de gente como Chico Trujillo, o con gente de talla muy pesada como Los Van Van o Alaín Perez.
Nuestra primera parada fue el Sun-Fest el London Ontario, un gran festival. Contábamos con acomodación en hoteles, transporte, comidas y podíamos disfrutar de los otros shows, ¿qué mas podía pedir yo? Inclusive escuchamos al nieto de Astor Piazzola con su grupo Escalandrum, un alucine total. Recuerdo que con el primer sueldo de ese festival, fuimos corriendo a una tienda de instrumentos en Toronto; Steve´s music. Y compramos lo que pudimos. Había una vitrina llena de pedales, yo no tenía ninguno pues la escuela jazzera peca generalmente de usar el tono clean, guitarra cable y amplificador, muy minimalista. Pero a mí siempre me habían interesado por los efectos, por azar elegí ese primer pedal de la marca Electro-harmonix.
El dependiente me dijo que era una gran elección. El problema fue que no tuve mucho tiempo de probarlo. Cuando estás en gira no tienes muchos espacios para ensayar o estudiar, y menos un amplificador a la mano, así que me daba cuerda en las presentaciones en vivo, para ver que hacia esa caja llena de botones de colores y perillas. Las primeras veces hice un desastre llenando de feedback y cosas raras mis solos, mientras Dario Abdala baterista de la banda, me veía con cara de qué está haciendo este hijo de la gran.” Ahora nos reímos de ello, pero en ese entonces estábamos en plena gira por todo Canadá con grandes escenarios y yo probando mi nuevo juguete. No era lo más apropiado. Pero qué se le puede hacer, tenía que estrenarlo, y domarlo poco a poco. Después se volvió en parte de mi sonido, y no tocaba sino fuera con mi Memory Boy, lo utilizaba como mi booster más que Delay, si le subes un poco la ganancia da un poco de cuerpo y en varias grabaciones lo ocupe hasta feedbackear para crear saturación, llenando todo el espacio blanco de ruido. Un efecto bastante incómodo que sin embargo yo amo. El más puro Noise.
Mientras uno gira la perilla de Feedback hasta su limite, el foco rojo que titilea empieza a parpadear cada vez más rápido hasta parecer que no hay espacio entre sus respiraciones, quizá fue ese abuso absurdo lo que llevo al límite su vida, como una estrella que ya no pudo mantenerse más en el cielo, y se dejo caer.
En fin, hay artefactos/cosas por las que uno siente cariño, y quiere preservar más allá de la vida. Yo aún creo que es una cosa sencilla de circuito, y que alguien dará con el cable o con la arteria correcta que obstruye su flujo eléctrico que lo mantiene con vida.
Sigo creyendo que aún nos faltan muchos festivales y saturaciones de ruido juntos, que aún existe en él cierto temblor y cierto titileo que no es otra cosa que el centellar de un cuerpo celeste en medio de la obscuridad de la noche.